Tuesday, July 7, 2009

Parábola del Hijo Prodigo

Parábola del Hijo Prodigo

O

Del Amor del Padre.

“… también dijo: un hombre tenia dos hijos; y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes. No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdicio sus bienes viviendo perdidamente y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle. Y fue y se arrimo a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos. Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba. (Lejos del padre no valemos más que un cerdo) y volviendo en si, dijo: ¡cuantos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros. Y levantándose vino a su padre. Y cuando estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echo sobre su cuello, y le besó. Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo. Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y ponen un anillo en su mano, y calzado en sus pies. Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta; porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse. Y su hijo mayor estaba en el campo; y cuando vino, y llegó cerca de la casa, oyó la música y las danzas; y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. Él le dijo: tu hermano ha venido; y tu padre ha hecho matar el becerro gordo, por haberle recibido bueno y sano. Entonces se enojó, y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrase. Mas él respondiendo, dijo al padre: He aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me haz dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos. Pero cuando vino este tu hijo, que ha consumido tus bienes con rameras, has hecho matar para él el becerro gordo. Él entonces le dijo: Hijo, tu siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas. Mas es necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano esta muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. (Paréntesis fuera de texto)

Lucas 15: 11-32.

Como hemos dicho en reiterados ocasiones el principio de interpretación de las parábolas es que estas tienen un solo punto de comparación, un climax, los otros elementos de la parábola solo sirven para adornar este climax pero no hemos de buscar que cada elemento de la parábola sea objeto de enseñanza, para este caso esta parábola tiene como climas o punto culminante o punto central el amor del padre, no como se ha pretendido en muchas ocasiones trasladar al hijo prodigo, la enseñanza de la parábola es sobre el padre que perdona, no el hijo arrepentido.

El objetivo de esta parábola es ilustrar el amor del Padre, la Gracia incondicional de Dios, esa gracia que a veces escandaliza a los hombres que se consideran justos (Hijo mayor), para este caso la parábola va dirigida contra el grupo de los fariseos, el contexto de la parábola nos lo ilustra, la parábola es una respuesta a una actitud farisea, que despreciaba a aquellos que ellos consideraban pecadores, Lucas explica el motivo de la parábola con estas palabras; “Se acercaban a Jesús todos los publicanos y pecadores para oírle, y los fariseos y escribas murmuraban , diciendo: Este a los pecadores recibe, y con ellos come. Entonces él les refirió esta parábola, diciendo:” Lucas 15:3.

Esta acusación de los fariseos fue la que origino que Jesús respondiera con tres famosas parábolas, 1) la oveja perdida, Lucas 15:3-7 2) la moneda perdida Lucas 15:8-10 y 3) el hijo prodigo. Lucas 15:11-31.

Estas tres parábolas en conjunto buscaban mostrarle a los fariseos la gracia de Dios que tanto les escandalizaba, cuando la veían reflejada en la forma como Jesús trataba a esos pecadores, las tres parábolas tienen el mismo punto central ilustrar el amor del padre, a aquellos que se creen justos (los hijos mayores).

Esto confirma la tesis del profesor Joachim Jeremías, dice: las parábolas son armas de combate de Jesús, en este caso lo vemos enfrentando a los fariseos, que murmuraban contra él.

Junto con los estudiosos de la parábola (J.Jeremias), sostenemos que esta parábola no es una alegoría, es muy probable que sea una historia sacad de la vida real, esto puede desprenderse de la afirmación en Lucas 15:18,21. “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti.” De lo cual vemos que el Padre del que se habla no es Dios, pues la referencia a Dios en el texto se hace con la expresión he pecado contra el cielo, así que Padre en el texto designa un padre terrenal, claro esta que se trasluce en algunos giros que su amor por su hijo es una imagen del amor de Dios por sus hijos.

Para nuestro estudio de las parábolas partimos de la tesis de que estas no necesitan interpretación, pues por ser una ilustración son en esencia fáciles de entender, para aquellos que aprecian la situación en la vida, en la cual fue dada la parábola, es decir un agricultor no necesita que se le explique el proceso de cómo germina una semilla de mostaza, o porque se da el trigo en la cizaña, en fin; pero para nosotros obtener el significado de la parábola siendo que no conocemos el trasfondo cultural de la misma, se hace necesario no hacer una interpretación sino identificar los elementos culturales que son el trasfondo de la parábola para así identificar cual es el mensaje central y a partir de este obtener una aplicación de la enseñanza para la actualidad, el autor prefiere no utilizar la alegoría, como método de interpretación sino que sigue el principio de interpretación histórico gramatical.

El zist im lebem de la parábola, o contexto de la parábola.

El verso 12 dice que fue el hijo menor quien reclamo la parte de la herencia que le correspondía es decir una tercera parte de los bienes, pues el primogénito recibe el doble de herencia que los demás hijos, tal como lo dice Deuteronomio 21:17 “mas al hijo de la aborrecida reconocerá como primogénito, para darle el doble de lo que correspondiere a cada uno de los demás; porque él es el principio de su vigor, y suyo es el derecho de la primogenitura.”

La situación legal era la siguiente:

Había dos formas de trasmisión de los bienes del padre a su hijo.

  1. Por testamento: caso en el cual había que esperar la muerte del testador para tener derecho legal a disponer de los bienes, así lo estipulaba en la legislación hebrea, esta figura la usa el apóstol Pablo para hablar del nuevo pacto, “… Porque donde hay testamento, es necesario que intervenga muerte del testador…” Heb. 9:16. Así si hay testamento el hijo solo puede reclamar bienes después de la muerte de su padre, este es la forma común de trasmisión de los bienes de padre a hijo en Israel y así sigue siendo en nuestros días, así que pedir la herencia antes de la muerte del padre es una grave afrenta es desear la muerte de su padre tanto que no es capaz este hijo de esperar a que su padre muera en buena vejez para tener sus bienes.

  2. Por donación en vida: par este último caso la regla era que el beneficiario recibía el capital y los intereses solo los recibía después de la muerte del padre. Esto se puede verificar en el tratado talmúdico Baba Batra 136ª. En esta modalidad el hijo recibe a titulo de donación, pero el hijo insolente de nuevo afrente a su padre y solicita la totalidad de la herencia capital y los intereses, “juntándolo todo… y cuando todo lo hubo malgastado…” (Lucas 15: 3, 4)

El hijo tiene que tratar con animales impuros cerdos (Lev 11:7), no puede guardar los mandamientos, no puede santificar el sábado, ha caído lo mas bajo posible y prácticamente cada día se ve obligado a negar sus creencias constantemente, este hijo en casa de su padre se da cuenta que lejos de su padre vale menos que un cerdo, pues a este animal imundo lo alimentan mientras el pasa hambre, esa es la condición del hombre pecador, pasa hambre y su dignidad es destruida por el diablo. A estas personas en esta condición en medio de la tradición de Israel se les consideraba malditos en el tratado talmúdico Baba Qama 82b podemos leer: “Maldito sea el hombre que cría cerdos”.

De esta forma consideraban los fariseos a los pecadores con los cuales Jesús trataba, pero Jesús muestra que a estos que ellos consideraban malditos eran amados por el Padre, en la cultura hebrea el comer con alguien era señal de que esa persona merecía respeto y los fariseos no entendían como un maestro de la ley como Jesús trata con dignidad a estos pecadores, pero esta es la gracia escandalosa de Dios, el ama a aun a aquellos que crían cerdos aquellos que están lejos de su casa es decir aquellos que otros consideran sin dignidad o sin importancia, sin posibilidad de perdón, Dios ama a aquellos a quienes los fariseos condenaban y la ilustración mas importante de la parábola era para que los fariseos entendieran que Dios se mueve a misericordia y recibe a los pecadores ( Lucas 15:20).

El verso 17 nos dice volviendo en si… esta es una expresión que en hebreo y arameo significa hacer penitencia, arrepentimiento, la vuelta a casa del padre comienza con esa actitud de corazón que es el arrepentimiento (en hebreo teshuva), el regreso. Actitud que es necesaria para todos los seres humanos, regreso que todos tenemos que hacer una vez en la vida para salvación y día a día para santificación. Pero la actitud farisea dice con gran orgullo que no tiene necesidad de esta vuelta en si y hacia Dios, el fariseo (hijo mayor) trae a colación como merito su servicio y su obediencia externa dice: “Mas él respondiendo, dijo al padre: He aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me haz dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos”. Lucas 15:29. Lo triste es que ese servicio al padre no fue con gozo, esa obediencia fue por conveniencia no por amor, también este hijo mayor en ultimas quería la muerte de su padre para gozarse con su amigos, pues no tenia gozo en el servicio a su padre, este es el corazón del fariseísmo antiguo y moderno, obedece por los beneficios.

Nuestro gozo soberano no son las bendiciones que podemos tener (cabrito para gozarse, no con el Padre sino con los amigos), sino el estar cerca del Padre, el servir a Dios con alegría.

El verso 19 como uno de tus jornaleros, pues como hijo ya no tiene ningún derecho legal, su alimentación y vestido tiene que ganárselos, pero su padre sin que se los merezca le da los mejores vestidos y todo por el gran amor del padre.

El verso 20 y corrió, esto en la sociedad oriental era considerado poco digno para alguien mayor o alguien de prestigio1, pero el amor del padre no se detiene en formalismos, ni en el que dirán, la misericordia esta por sobre la cortesía o la etiqueta del momento, no importa que sean pecadores se puede comer con ellos con el fin de mostrarles el amor del Padre.

Le beso, el beso es signo de perdón, como el caso en que David perdonó a Absalón, como se puede leer en 2 Samuel 14:33 “Entonces llamo a Absalón, el cual vino al rey, e inclino rostro a tierra delante del rey, y el rey beso a Absalón.” Leer todo el capitulo para entender el contexto. Otro ejemplo es el de Esau y Jacob, Genesis 33:4.

La lección es que Dios en su misericordia no nos trata como lo merecemos sino como lo necesitamos, el hijo pide ser tratado como un jornalero y el padre en su misericordia lo trata como un invitado de honor, es esta actitud de extraña misericordia, de sublime gracia, la que no pueden tolerar los fariseos que se oponen a Jesús, pero este es el mensaje que quiere enviar el padre todo el que a mi viene no le hecho fuera, esta parábola ilustra el amor misericordioso del padre en contraposición a la falta de misericordia con el prójimo que tenían los fariseos, les llama la atención pues como hijos mayores son guardas de sus hermanos mas pequeños, en el relato no se ve al hermano mayor guiar a su hermano menor cosa que tampoco hacían los fariseo de su época, pues consideraban a estos pecadores con desprecio y no como deberían hacerlo como seres necesitados de amor y compasión, nos podemos preguntar también como es que el hermano mayor sabia que su otro hermano había gastado sus bienes con rameras. ¿Será acaso que su hermano menor ya hacia esto estando en la casa de su padre y su hermano mayor lo sabia y nunca uso de misericordia con el para ayudarle?, esta es la actitud de fariseo muy dispuesto a condenar pero muy poco dispuesto a ayudar, a aconsejar a guiar, en fin a mostrar misericordia con su hermano.

Eso para el hermano mayor y del hijo menor aprendemos, a no desperdiciar nuestra herencia, a vivir para la gloria del padre, a no desperdiciar nuestra vida, a gastar todos nuestros bienes (dones y talentos) en el prójimo necesitado.

Del hijo prodigo aprendemos tres características del arrepentimiento2:

  1. Debe darse en nuestra vida una conciencia de la pecaminosidad de nuestros actos, producto de la naturaleza pecaminosa, todos debemos llegar a decir he pecado contra el cielo (Dios) y contra ti (prójimo) y soy el único culpable, merezco la muerte, para así poder recibir por misericordia la vida eterna.

  2. Parte del reconocimiento de nuestro pecado es asumir las consecuencias del mismo para nuestra vidas, el pecado nos quita el derecho a la herencia, la vida no arrepentida nos quita la posibilidad de ser llamados hijos, reconocer las consecuencias del pecado es decir ya no soy digno de ser llamado tu hijo.

  3. Corregir la conducta que nos descalifica como hijos, dejar de desperdiciar la vida y vivirla por la gracia de Dios para su gloria, no importa cuan lejos estemos debemos levantarnos como el prodigo e ir a nuestro padre a pedir que de nuevo nos reciba en su casa.

Nuestro Padre celestial espera que todos procedamos a arrepentirnos él nos promete misericordia y dará a favor de nuestras vidas tres órdenes: esta es una aplicación para nuestras vidas, que hoy vamos a exponer, consientes de que habrá muchas otras aplicaciones validas.

El vestido: nuestro padre nuestro padre nos llama a vestirnos con la coraza de la justicia y a revestirnos de buenas obras en justicia y santidad de la verdad, a despojarnos de nuestro viejo vestido (el viejo hombre). El vestido en oriente es una señal de distinción recordemos el vestido que se le dio a José en Egipto. (Gen 41:42) “…Entonces Faraón quito su anillo (otro signo de distinción y autoridad frecuentemente los anillos eran usados como sellos) de su mano, y lo puso en la mano de José, y lo hizo vestir de ropas de lino finísimo, y puso un collar de oro en su cuello…” ver también Ester 6:6-9.

Por medio de la obra de Jesús tenemos la oportunidad de tener nuevos vestidos es decir una nueva vida, nueva vida a la que se accede por medio del arrepentimiento, el Padre nos invita a dejar nuestra pasada manera de vivir, a despojarnos del viejo hombre, que esta viciado conforme a los deseos engañosos, renovarnos en el espíritu de nuestra mente, y vestirnos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad. (Efesios 4: 22-24), una vez de regreso a casa el Padre quiere que nos vistamos como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia… (Colosenses 3:12)

El anillo: es un sello que significa la entrega de poderes, una vez arrepentidos Dios nos devuelve la autoridad que perdimos, ahora podemos enfrentar al enemigo. Aquí también es valido el ejemplo de José, que ya vimos el Faraón le entrega el anillo a José como símbolo de su autoridad, otro ejemplo es el de Mardoqueo, al cual se le otorga la autoridad por medio de la entrega del anillo del rey, “… Y se quito el rey el anillo que recogió de Aman, y lo dio a Mardoqueo…escribid, pues, vosotros a los judíos como bien os pareciere, en nombre del rey, y selladlo con el anillo del rey, porque un edicto que se escribe en nombre del rey, y se sella con el anillo del rey, no puede ser revocado… Y escribió en nombre del rey Asuero, y lo sello con el anillo del rey,…” (Ester 7:2, 8,10).

Calzado: en oriente esto es un lujo, solo los hombres libres llevan calzado, también llevan calzado los soldados (aprestos con el evangelio de la paz), un hijo de Dios no debe ir a ninguna parte sin llevar el evangelio de la paz. “…Calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz…” Efesios 6:15. Rom 10:15.

Las tres órdenes son manifestaciones visibles del perdón de Dios y del restablecimiento de la situación de hijo.

La parábola fue dicha contra aquellos que contra sus hermanos toman la posición de los fariseos, a aquellos que son como ese hermano mayor inmisericorde.

El mensaje del Padre a los fariseos y escribas y a nosotros hoy es el mismo sean misericordiosos no endurezcas tu corazón contra tu hermano caído, mas bien restáuralo con misericordia, ten en cuenta que tu no estas en esa condición solo por la misericordia de Dios no por ningún merito tuyo. (Gal 6: 1-5).

Alégrense de que los perdidos regresen, de que aquellos que estaban muertos en sus delitos y pecados obtengan el perdón y la vida eterna, no desprecien al que esta lejos de casa, más bien anímenlo y ayúdenlo a regresar a la casa de su Padre.

Padre gracias por tu misericordia,

Por tu bondad que nos guía de regreso a casa,

Por tu amor que nos concede el perdón,

Nos devuelve el tesoro de la vida eterna,

Gracias Dios porque cuando nos viste en el agonizante camino de la vida,

Saliste a nuestro encuentro y con un beso sellaste en nuestro corazón tu perdón.


Bibliografía.

  1. Biblia de Estudio de John F. MacArthur, Editorial Portavoz.

  2. Biblia de Estudio Siglo XXI, Editorial Mundo Hispano.

  3. Las Parábolas de Jesús en el Mundo Posmoderno, Antonio Cruz, edi. Clie.

  4. Las Parábolas del Reino, Cristian Dodd, Cristiandad.

  5. Las Parábolas de Jesús, Joachin Jeremías, Verbo Divino.











Oduver Miranda Benítez.

Riohacha, 1 de Enero de 2009.




1 Según una vieja norma de etiqueta rabínica: “ un hombre respetable nunca debe andar con la cabeza alta, para no parecer altanero; ni contonearse demasiado, para no parecer afeminado; ni correr en publico, para no parecer poco serio; ni torcer el gesto como si estuviera contrariado. Debe mirar mas bien hacia abajo, como si estuviera orando y andar con paso decidido como yendo a atender un asunto importante. ( Maimonides, Ya. De’ot : 5:8)

2 La Palabra Hebrea Chatah, del Antiguo Testamento, que suele traducirse como “pecado”, en realidad significa “ errar” (el camino); carece del sentido de condenación que tienen las palabras “pecado” y “ pecador” . análogamente, la palabra hebrea equivalente a arrepentimiento es Teschubah, que significa “regreso” ( a Dios, a uno mismo, buen camino), y carece también del sentido de auto condenación. Eric Fromm ; El Corazon del Hombre; editorial Fondo de Cultura Economica, Pág. 152.

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