EL SIERVO CRISTIANO Y SU SERVICIO.

EL SIERVO CRISTIANO Y SU SERVICIO.

Salmo 100: 1-2.

“Servid al Señor con alegría…” Sal. 100:2.

“Nuestro egoísmo pretende de los demás servicio, mientras que el amor busca magnificar a Cristo por medio de la solidaridad que tiende una mano, en medio de las sendas difíciles de la vida.”

Lo primero que debemos aprender sobre el liderazgo es que es en primer lugar un desafío a servir, el perfecto ejemplo de liderazgo viene de nuestro Maestro Jesús que vino a este mundo caído y perdido en su egoísmo que se olvida del ser humano que padece a su lado, no para ser servido sino para servir. “ … como el hijo del hombre, que no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por todos.” Mat. 20:28.

Jesús con esta explicación le enseña a sus discípulos Santiago y Juan que el liderazgo consiste en servir (ver Mateo 20: 20-28), como se ve del contexto la afirmación que hace sobre el servicio en su charla con ellos, pues la situación que provocó la explicación de Jesús fue la petición fuera de lugar de sus discípulos de un puesto de preeminencia; a Santiago y a Juan, tal como a nosotros sus discípulos modernos Jesús nos aclara, el liderazgo es un llamado a servir a Dios sirviendo al prójimo. No un una posición para seguir idolatrando nuestro ego.

Jesús dice el hijo del hombre, no vino para ser servido, sino para servir, (Mat. 20:28.)

Cuando Jesús explica su misión venir a servir, este servicio debe ser entendido como servir a su Padre Celestial, dado que Jesús vino a hacer la voluntad de su Padre que esta en los cielos.

Tenemos así el primer Principio del verdadero Liderazgo servir a Dios es hacer la voluntad del Padre (obedecer sus mandamientos), sirviendo al prójimo, Jesús mismo cuando habló de su ministerio en esta tierra nos enseña que él vino a servir, por eso dio ejemplo de siervo “… Yo estoy entre vosotros como el que sirve…” (Lucas 22:27). Jesús vino a servir a la humanidad es decir a rescatarnos a todos…, por eso aprendemos que nuestro servicio al prójimo si bien comienza por quien tenemos mas próximo, debe por medio del amor y la solidaridad extenderse a todos.

El Segundo Principio que aprendemos del Liderazgo de Jesús es que el liderazgo no consiste en enseñorease o pretender tener potestad(poder), por que ese es el modelo que usa este mundo; valiéndose del poder para oprimir, este de ninguna manera debe ser el modelo que siga la iglesia, porque: los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad, pero entre nosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro ( es decir de todos) servidor y el que quiera ser el primero entre vosotros (es decir líder, maestro, evangelista, pastor etc) será vuestro siervo…” (Mateo: 20:24-27).

¿Por que esto ha de ser así? Por la sencilla y poderosa razón de que este fue el ejemplo de Jesús, nosotros debemos ser como el hijo del hombre, que no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por todos.

De esto desprendemos nuestro tercer Principio de liderazgo, la autoridad del obrero cristiano proviene del ejemplo, en palabra, conducta, amor, fe, y pureza. (1 Tim. 4: 12, Juan 13.15, 1 Tes.1:6-7,), en fin debemos presentarnos en todo como ejemplos de buenas obras, en la enseñanza, mostrando integridad, seriedad… (Tito 2: 7.)

Así entre nosotros el liderazgo consiste en servir a los otros con el fin de rescatar su vida de la muerte eterna (Mateo 20: 28), para que puedan vivir esta vida pasajera y la eterna para la gloria de Dios, exaltando a Jesús.

De todo lo anterior es claro que el liderazgo implica pagar un precio, para poder rescatar a muchos, el rescate era el precio que se pagaba para librar a alguien de la esclavitud o de la prisión, que hoy consiste en las buenas obras que Dios ha preparado de antemano para que las hagamos (Ef. 2:8-9), por eso es pertinente examinarnos y meditar.

¿Estamos dispuestos a pagar el precio de sufrimiento, angustia, preocupación, o peligros por dar a conocer a Jesús a los que viven si Dios y esperanza en este mundo?

¿Estamos dispuestos a salir de nuestra autocomplacencia para amar y ayudar?

¿Te examinas a ver si estáis sirviendo con todas tus fuerzas a Dios?

¿Te haces participe de las aflicciones que padecen todos los hermanos que tienes cerca, te acuerda de los que sufren alrededor del mundo?

¿Te haz preguntado en que puedes ayudar? ¿Estoy sirviendo a Dios? ¿Cómo puedo hacerlo mejor?

Jesús nos vino a servir librándonos de la esclavitud del pecado a la que nos tenia sometidos Satanás, igual nosotros siguiendo el ejemplo de Jesús debemos dedicar nuestra vida a liberar a todos los que podamos de las garras de Satanás y tal como lo hizo Jesús en esto debemos llegar incluso a dar nuestra vida para rescatar a muchos, pues eso es lo que Jesús nos pide en la gran comisión. (Mateo. 28: 19-20.)

Dios nos sacó de la esclavitud del pecado (Egipto), para que podamos con libertad servirlo. (Exo. 3:12, 4:23), Dios nos libra para que podamos adorarlo, para que le podamos cantar con regocijo (Salmo 100:1). ¿ Le sirves con todo tu corazón, con toda tu mente, y le glorificas con tu cuerpo?. ¿Es Jesús el centro de tu alegría?, ¿es Jesús tu vida? ¿En que inviertes tu tiempo libre glorificas a Jesús con el? , ¿En pocas palabras es Jesús tu vida, estas enamorado de él? como lo dijo un poeta:

“...Tu eres Jesús la vida de las vidas, el amor de los amores...”¹

Después que Dios nos libró de las cadenas de Egipto (pecado, dolor, angustia etc.), ¿como es que no lo hemos de servir? 1) Adorándolo, debemos cantarle con alegría de corazón. 2) Poniendo nuestra vida para rescatar a otros por medio de nuestro ejemplo y predicación para que también sean libres y vivan para Dios.

Es nuestro deber recodar que Dios quiere que nuestra vida este dedicada a su servicio, debemos constantemente recordar la invitación del salmista Servir al Señor con alegría… (Sal. 100:2).Cuando no lo hacemos de esta forma Dios nos lo demanda como lo hizo con su pueblo “…no me serviste con alegría y gozo de corazón…” (Deut. 28:47.) sin nuestro servicio no proviene de un corazón agradecido y alegre no es recibido por Dios (Deut.28:48).

Jesús siervo por excelencia se gozo del servicio que presto a la humanidad cuando puso su propia vida en rescate por todos en la cruz (Heb. 12:2), sigamos sus pisadas pues el que dice que le conoce debe andar como el anduvo.

Como habíamos dicho un principio de liderazgo es el servicio por amor a los otros, “…servios por amor los unos a los otros…” (Gal 5:13). Hemos de servir por amor y con amor, tal como Jesús lo hizo por nosotros, porque de tal manera nos amos DIOS que dio (amar es dar,) al mundo su hijo unigénito para rescatarnos (Juan 3:16).

Nuestro salvador nos llama a servirle con alegría de corazón, es decir de buena voluntad (Efe. 6: 6-7), el motivo del servicio de buena voluntad a Dios es nuestro amor por él y por el prójimo como lo dice Pablo, servios por amor, por que a Cristo el señor servís. Colosenses 3:24.

Nuestro objetivo debe ser que Jesús en su venida nos encuentre siendo siervos fieles. Mateo 25:23.

Padre Eterno danos un corazón de siervos,

Un amor a ti que se alegre solo en ti,

Un amor que nos impulse a servir al prójimo,

Un deseo de llevar tu precioso nombre a las naciones,

Para que se gocen en las obra de tu amado hijo en la cruz,

Que seamos siervos fieles, como los fuiste tú amado Jesús.

Y que todo esto lo hagamos con alegría de corazón.

Por amor a ti mi Dios.

En el nombre de tu amado hijo, Amen.

Oduver Miranda Benítez.

Barranquilla, Noviembre 27 de 2008.

1 Agustín de Hipona, Confesiones.