Tuesday, July 7, 2009

Meditación de los Salmos.

Meditación de los Salmos.

Mi alma llora de ansiedad; sostenme conforme a tu palabra.”

Salmo 119:28.

Estas cosas os he hablado para que en mi tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; (ansiedad) pero confiad, yo he vencido al mundo”

Juan 16:33.

Muchas son las aflicciones del justo pero de todas ellas nos libra el Señor, ( Salmo 34:19, Juan 16:33), una de estas aflicciones es la ansiedad, ese sentimiento del corazón que esta asociado con tantos temores principalmente temor por nuestro futuro, que será de mi mañana? ( Mateo 6: 34), es en esencia la pregunta que nos llena de ansiedad, de preocupación, lo cual se convierte en un dolor emocional que puede hacer que nuestra alma se derrame en lagrimas, la ansiedad agobia el alma de una forma poderosa por que muestra al hombre su profunda incapacidad de estar en control, podemos planear y tomar todas las medidas para controlar las circunstancias de nuestra vida pero en nuestro corazón estamos conscientes de esa realidad ultima, que es la raíz de toda ansiedad no sabemos que será de nosotros ni hoy ni mañana, no conocemos nuestro futuro, tan grande es la ansiedad de algunos por ese futuro que buscan refugio en creencias equivocadas, la astrología, o cualquier cosa que pretenda tener la respuesta a sus preguntas, a esas dudas que nos atemorizan a todo ser humano.

La ansiedad además de causarnos un gran dolor emocional que es capaz de herir nuestra alma de tal forma que llora, además nos expone al pecado de buscar respuestas a nuestra vida fuera de Dios.

La única respuesta y cura definitiva a la ansiedad es la esperanza que solo puede provenir de Dios por medio su palabra eterna,( 1 Pedro 1:24-25, Isa 40:6-9) solo si creemos( confiamos) que nuestras vidas están en manos de un Dios bueno y misericordioso, que hace lo mejor para nuestras vidas, podemos sanar de la ansiedad, la única cura posible de esta terrible angustia que produce la ansiedad se encuentra en la palabra de Dios, que es la única que puede sostenernos.

La cura de la ansiedad se encuentra en las promesas de Dios, pues esa palabra de Dios que nos sostiene son sus promesas para nuestras vidas, y es así por que solo Dios conoce que será de nosotros mañana, por que nuestro mañana y toda nuestra vida descansa en su mano poderosa. (Isaías 44:6-7)

La esperanza es la cura para la ansiedad, por eso en los juicios de Dios debemos tener puesta nuestra esperanza, en las promesas de Dios debemos esperar. (Sal 119:43).

Confiando en que nuestro mañana esta en manos de Dios, en momentos de angustias debemos clamar a Dios por esas promesas de paz que están en su palabra, podemos orar cumple tu promesa a tu siervo que te teme, (Sal 119:38). Siempre Podemos ir a Jesús, a pedir su paz (Estas cosas os he hablado para que en mi tengáis paz.) en medio de las múltiples aflicciones y variadas angustias de esta vida, solo la confianza depositada en Jesus nos puede dar la victoria. En el mundo tendréis aflicción; (ansiedad) pero confiad, yo he vencido al mundo” Juan 16:33.

Miles son las promesas que Dios nos ha dado que podemos reclamar en tiempos de angustia, podemos pedir consuelo para nuestra alma que llora, podemos orar que tu bondad me consuele, conforme a lo que haz prometido a tu siervo, ( Sal 119:76), porque en tu palabra he puesto mi esperanza ( Sal 199:74b).

Las preocupaciones ( angustias, aflicciones, sufrimientos) de esta vida llenan el alma de ansiedad, de tristeza, de dolor, de desesperanza, tornan el cielo gris ocultan en sol y no sentimos en los días de niebla la compañía de Dios, pero siempre podemos esperar en las promesas de Dios, y podemos clamar a Dios, acuérdate de la promesa (es decir sostenme conforme a tu palabra) dada a tu siervo, en la cual me haz hecho esperar. (Sal 199:49). Acompáñame en este día nublado (recuerda las palabras de Jesús “ Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo” Mateo 28: 20).

La ansiedad nos muestra la naturaleza pecaminosa que esta profundamente arraigada en nuestro corazón de incredulidad, puesto que la ansiedad es una preocupación por el mañana que esta en manos de Dios, pero nuestro corazón piensa que en nuestras manos ese futuro seria mejor, la ansiedad es también muestra de impaciencia, “no quiero esperar hasta mañana para que las misericordias de Dios se renueven día a día”( Lamentaciones 3:22-24 ) yo quiero estar seguro de esas misericordias de mañana hoy, no quiero esperar que Dios provea el pan de cada día, mi corazón que no quiere esperar la provisión de Dios, desea hoy no solo el pan de mañana que no puedo comer hoy, sino el pan de todo el año.

La ansiedad refleja otro aspecto pecaminoso de nuestro corazón a saber desconocer que lo que Dios nos da es suficiente, cuando dejamos que la ansiedad atormente nuestra alma, es una muestra que todavía no es una realidad profunda en nuestra vida la certeza de que lo único que nos hace falta es Dios, fuera de El no necesitamos nada mas, por que Dios es nuestra porción (Salmo 119:37) El cubre todas nuestras necesidades, el nos libra de todas nuestras angustias, (Salmo 25:22).

La ansiedad nos hace olvidar que lo único que necesitamos para el gozo es que Dios sea nuestra porción, que el sea nuestro sustento, aunque la higuera no florezca ni en las vides haya fruto, aunque falle el producto del olivo y los campos no produzcan alimento, aunque se acaben las ovejas del redil y no haya vacas en los establos; con todo, yo me alegrare en el Señor y me gozare en el Dios de mi salvación, Adonay, el Eterno, es mi fortaleza¡ El hará mis pies como venados y me hará andar sobre las alturas. (Habacuc 3:17-19).

Con todo esto descubrimos como lo dice el Pastor John Piper: “la ansiedad es una condición del corazón que da lugar a muchos otros estados pecaminosos. Pensemos por un momento en todas las diferentes acciones y actitudes pecaminosas que brotan de la ansiedad. La ansiedad en cuanto a las finanzas puede dar lugar a la codicia, a la avaricia, a acaparar y a robar. La ansiedad con respecto a alcanzar el éxito en alguna tarea puede hacer que uno se vuelva irritable, áspero, y grosero. La ansiedad dentro de las relaciones personales puede transformarlo a uno en un ser retraído, indiferente, falto de cariño. La ansiedad por no saber como reaccionaran otros ante una situación dada, puede llevarnos a que tapemos la verdad y mintamos sobre algunas cosas. Así que al conquistar el área de la ansiedad, le daremos un golpe mortal al muchos otros pecados.”1

Los motivos de ansiedad revelan una raíz de incredulidad, como también lo dice el Pastor Piper, la raíz de la ansiedad es una fe inadecuada en la gracia venidera de nuestro Padre. Conforme la incredulidad toma las riendas de nuestro corazón, uno de los efectos que produce es el afán, la ansiedad. La raíz de la ansiedad es la falta de confianza en todo lo que Dios ha prometido ser para nosotros en Jesús.2

La raíz de la ansiedad es una: Dios todavía no es nuestra porción, no confiamos del todo en él para nuestra provisión, eso se demuestra debido a que las principales causas de ansiedad son las que describió el profeta Habacuc, que la higuera no florezca ni en las vides haya fruto, que falle el producto del olivo y los campos no produzcan alimento, que se acaben las ovejas del redil y no haya vacas en los establos.

Estas son las mismas causas de ansiedad que el maestro nos enseña, en Mateo, Jesús nos habla de los motivos de ansiedad, comer o beber (mateo 6:25-26), o lo que es equivalente que la higuera no florezca ni en las vides haya fruto, que falle el producto del olivo y los campos no produzcan alimento, el otro motivo principal de ansiedad o preocupación es el vestido, o como lo dice el profeta que no hayan ovejas que provean la lana para el vestido.

La respuesta a la ansiedad según el maestro es un argumento de menor a mayor, Si Dios se provee para la hierba ( menor) como no proveerá para nosotros ( mayor) ( Mateo 6: 30), la comparación no consiste en que la hierba no tenga importancia, todo lo contrario la ilustración muestra que Dios tiene un gran cuidado con toda la creación incluso lo mas pequeño, el no solo viste los lirios, el los viste de manera hermosa, de una forma tan hermosa que ni el mas grande rey ha vestido así, ( Mateo 6:29), como es que entonces vamos a tener tal desconfianza en Dios pensando que se preocupa por las flores y se olvida de los hombres, Dios sabe de que tenemos necesidad, ( Mateo 6:32), Dios conoce el motivo de nuestra ansiedad, y le da tristeza que nos angustiemos por cosas temporales y no por la eternidad, que triste es que nuestra alma llora de ansiedad, por cosas que van desaparecer ( Mt. 6:30), pero nos olvidamos muchas veces de las cosas que para siempre van a permanecer, nos olvidamos de buscar primeramente el reino de Dios. (Mateo 6:33).

Las necesidades económicas son las principales fuentes de ansiedad en nuestras vidas, con esto hay que tener mucho cuidado por que los afanes de este mundo fácilmente nos distraen de la prioridad única que es el reino ( Mateo 6:33) si dejamos crecer en nuestras vidas la raíz de ansiedad esta tiene la fuerza de destruir la semilla de la fidelidad a Dios, por que la ansiedad por las cosas materiales ahoga la semilla de la palabra ( Mateo 13: 22) es decir nos impide creer y esperar en las promesas de Dios.

Como lo hemos visto la ansiedad representa un peligro serio para nuestra eternidad, por lo tanto es una batalla a librar con empeño, del rey David y de nuestro maestro Jesús aprendemos que la principal arma para combatir la ansiedad es la palabra de Dios que nos sustenta, sostenme conforme a tu palabra, Jesús nos dice confiemos en la omnisciencia de Dios pues nuestro Padre que esta en los cielos sabe de nuestras necesidades ( Mateo 6:32), y así como a las flores el nos dará nuestro alimento a su tiempo y la seguridad de que esto será así descansa en su palabra, Dios nos proveerá por una razón que nuestra incredulidad a veces olvida nuestro padre nos ama con amor eterno y por eso nos extiende su misericordia.

De David aprendemos también a combatir contra la ansiedad orando y clamando a nuestro Padre por nuestras ansiedades, reclamando sus promesas para nuestras vidas.

La ansiedad se combate con la confianza, confiando en Dios podemos depositar todas nuestras cargas sobre él (1 Pedro 5:7), por que sabemos que el nos cuida así como lo hace con los lirios del campo.

Pablo también nos habla de orar y confiar en las promesas de Dios, el apóstol nos enseña, Por nada estéis afanosos (ansiosos); mas bien, presentad vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento guardara vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús. (Filipenses 4:6-7).

Pablo nos dice para enfrentar la ansiedad ora, presenta los motivos de tu ansiedad a Dios (peticiones), dale gracias por la prueba, por que la prueba de nuestra confianza en Dios nos ayuda a ver como el nos provee y así aumenta nuestra fe al aumentar nuestra confianza en pedirle las cosas que necesitamos y ver como el nos responde.

La promesa de su palabra que nos sostiene es esta, Dios dará paz a nuestros corazones y mentes, es decir Dios se dará así mismo como nuestro consuelo, el nos da mucho mas de lo que le pedimos, le pedimos algo material, algo que en realidad es una añadidura y el se da así mismo como la verdadera respuesta a nuestras necesidades por que nada necesita el ser humano mas que el reino de Dios en nuestras vidas, que nos ayuda desde nuestro corazón a vencer la ansiedad y a veces a entender también que debemos contentarnos con necesario es decir con lo que Dios nos da que es siempre lo mejor, aunque la higuera no florezca ni en las vides haya fruto, aunque falle el producto del olivo y los campos no produzcan alimento, aunque se acaben las ovejas del redil y no haya vacas en los establos; a pesar de todo esto con todo, yo me alegrare en el Señor y me gozare en el Dios de mi salvación, Adonay, el Eterno, es mi fortaleza¡ El hará mis pies como venados y me hará andar sobre las alturas. (Habacuc 3:17-19).

Nunca debemos tener un corazón tan incrédulo como para olvidar, que Dios cuidad de nostros en todo momento de dificultad o angustia, y ese amor con que nos amo, debemos trasmitirlo, Dios nos encarga que cuidemos a nuestros hermanos mas pequeños, que cuidemos los unos de los otros por amor a él. Debemos procurar ser compañía y consuelo para aquel que enfrenta circunstancias de dolor que le producen ansiedad, Jesús nos enseño a amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, y ese amor se manifiesta acompañándonos en el camino de este peregrinaje, sobrellevando los unos las cargas de los otros ( Gálatas 6:2 ), Dios nos consuela para que con el consuelo que fuimos consolados consolemos a otros ( 2 Cor.1:4-5 ) Dios escucha nuestras suplicas producto de nuestras dolencias, para que nosotros también estemos prestos a escuchar a nuestro prójimo.

La ansiedad se combate con la fe en la Gracia Venidera de Dios, confiando en su fidelidad, su soberanía, su sabiduría y ejerciendo el compañerismo cristiano, que se preocupa por los demás como por nosotros mismos, y nos impulsa a interceder los unos por los otros.

Dios ayudamos a combatir nuestras ansiedades,

Muestra a nuestras vidas las verdaderas necesidades,

Que son tu reino y tu justicia,

Que entendamos que todo lo demás es temporal,

Que a ti te interesa darnos la eternidad de nuestra vida,

Que comodidades en esta tierra,

Dios enséñanos a confiar en ti conforme a tu palabra,

Sostennos con tus promesas,

Alivia nuestras cargas,

Danos la fortaleza para que aunque nuestra alma llore de ansiedad,

Aun podamos en todo momento en ti confiar,

Que tú sea el único motivo de alegría,

Nuestra única esperanza para el mañana,

Ayúdanos a recordar siempre que es tus manos esta nuestra vida.

En Jesús amen.


Bibliografía.


  1. Biblia de Estudio Siglo XXI, Editorial Mundo Hispano.

  2. El poder Purificador de Vivir por Fe la Gracia Venidera, Jonh Piper.


Oduver Miranda Benítez.

Barranquilla, 5 de febrero de 2009.

1 El poder Purificador de Vivir por Fe la Gracia Venidera, Jonh Piper, pág. 60 y 61, edit, vida.

2 Ibídem Pagina 60.

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