Sunday, October 4, 2009

LAS ARMAS DE NUESTRA MILICIA

LAS ARMAS DE NUESTRA MILICIA.

“No temáis, estad firmes, y ved la salvación que el Señor hará hoy con vosotros…El ETERNO peleara por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos.”
Ex. 14:13-14.

“Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
Efesios 6:12.

“ Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando los argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.
2Cor 10:4-5.

Orando en todo tiempo con toda oración y suplica en el Espíritu, velando con toda perseverancia y súplica por todos los santos.
Efe 6:18.

Como creyentes nunca debemos olvidar una realidad trascendental, estamos en guerra y esta guerra se desenvuelve en un plano distinto al que día a día vemos en el mundo físico, esta guerra tiene lugar en las regiones celestes, nuestros enemigos también tienen una naturaleza distinta a la que pueden apreciar nuestros sentidos nuestros enemigos son huestes espirituales de maldad, así que lo primero que tenemos que aprender es que en ese combate las armas físicas para nada sirven, no podemos enfrentar a nuestros enemigos espirituales con armas carnales, nosotros no militamos según la carne (2Cor10:3).
Una de las armas principales que usa el enemigo es el temor, el nos intimida de muchas formas, diciéndonos no hay salida de esta situación, no tienes otra opción, no puedes seguir luchando, ríndete, no tiene sentido seguir viviendo, el enemigo ataca nuestros pensamientos por eso debemos aprender a llevar cautivo topo pensamiento a la obediencia a Cristo, usando el escudo de la fe, para poder apagar los dardos (pensamientos destructivos que envía el maligno), ese escudo es la sincera fidelidad a Cristo, esa fidelidad a Cristo nos permite esperar en sus promesas, esa promesas crean en nuestro corazón confianza, esa es la confianza que vence al maligno, la confianza en las promesas de Dios dadas en su palabra vencen el temor.
Nuestras vidas deben estar cubiertas por la fidelidad a Cristo en todas las áreas, para que el enemigo no pueda entrar, la santidad de la vida es el escudo contra el maligno, nuestro escudo es también la sangre de Cristo que cubre nuestro pecados delante del padre, por eso para lograr esa sincera fidelidad a Cristo es necesario el arrepentimiento para que Dios por su gracia nos cubra con su sangre preciosa.
Como hemos visto el enemigo ha pretendido crear fortalezas en nuestra mente (mediante el daño emocional que durante años no ha causado) por eso nos es necesario derivar esas fortalezas, por medio de la renovación de nuestra mente (Rom. 12:2), tenemos que ceñir nuestro entendimiento con la verdad (Efesios 6:14) por que solo la verdad del evangelio nos hara libres (Efesios 6:15).
La mente es el principal campo de batalla, por eso debemos ejercitarnos en la meditación de la palabra (Salmo 1:2), para tener una mente preparada para la batalla y asi llevar todo pensamiento cautivo a la obediencia a Cristo.
Debemos ejercitar nuestra mente para la piedad, es decir como creyentes no podemos tener una mente pasiva, dejemos tener una mente alerta vigilante, una mente concentrada en Dios y su palabra, recordemos el principio: velar y orar.
La tranquilidad de la mente es lo primero que Satanás ataca para sacar al creyente del campo de batalla, por que una mente agitada es fácil de confundir, de desviar del objetivo, una mente agitada fácilmente puede tomar decisiones equivocadas que daría ventaja al enemigo, por eso la serenidad de la mente debe ser celosamente guardada por medio de la oración y la meditación en la palabra.
Así llegamos a la oración como unas de las armas mas poderosas que tenemos a nuestra disposición, recordemos estamos en guerra, pero debemos hacer claridad es una guerra que Dios pelea, el pelea por nosotros, por eso podemos vencer el temor y estar tranquilos.
Un principio que nos puede ayudar en el ejercicio de la oración es orar la palabra de Dios, toda la biblia puede convertirse en una oración delante del Padre, en oración recitemos pasajes de la escritura, en oración reclamemos las promesas de la escritura.
Recordemos tener siempre una mente activa en la oración, estando alerta contra cualquier cosa que el enemigo intente usar para distraernos de la oración.
Si no tenemos tranquilidad en nuestra mente, sino tenemos claridad en nuestra mentes, si nuestros sentimientos están en desorden, lo primero que tienes que pedir en oración es que Dios traiga calma a tu mente y controle tus emociones, como lo dice la escritura, en oración tienes que llevar cautivo todo pensamiento (incluye sentimientos, porque nuestros sentimientos nos pueden extraviar ) a la obediencia a Cristo.
El ayuno también es un arma que podemos usar para poder en orden nuestra vida interior, el ayuno favorece la claridad mental y es el ambiente propicio para un profundo auto examen, y es el ambiente ideal para que Dios hable a nuestra vida interior.

Hermanos recordemos siempre estamos es guerra y una guerra de naturaleza espiritual por eso es necesario velar en todo tiempo en oración y estudio de la palabra con toda perseverancia.
Comunidad Mesiánica Beney –El Jay.
Calle 84 C No.41G-21.
Reuniones Viernes 7:00 p.m. y Sábado 3:00 p.m.



Oduver Miranda Benítez.
Barranquilla, 27 de septiembre de 2009. Cel.: 3003765650. Omb81@hotmail.com
Este estudio lo puede encontrar en la página de internet. mensajealasnaciones.blogspot.com


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