LA LEY SIGUE VIGENTE?
La ley es una instrucción, enseñanza, un precepto establecida por la autoridad competente, en que se manda o prohíbe algo en consonancia con la justicia.[1] Es decir que la ley o los mandamientos son establecidos por Dios que es nuestra autoridad. Y cuando se expide una ley es para que todo el pueblo la obedezca (una de las características de la ley es la generalidad), a diferencia de las leyes de los hombres que pueden ser derogada ya sea para realizar una más completa, pero este no es el caso con la ley de Dios, pues la ley de Dios es Eterna, y nunca debido a la perfección de Dios habrá necesidad de agregarle nada, pues como Dios Justo, perfecto en todas sus obras no existe la necesidad de abolir su ley. Ejemplo Mateo 5:17-19.
No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas, no he venido para abogar, sino para cumplir. Porque desierto os digo, que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido.
La ley de Dios no será jamás abolida Lucas 16: 16-17
La ley y los profetas eran hasta Juan; desde entonces el reino de Dios es anunciado, y todos se esfuerzan por entrar en él. Pero más fácil es que pasen el cielo y la tierra, que se frustre una tilde de la ley.
Por lo tanto la ley de Dios aun sigue vigente y seguirá vigente hasta el fin de los tiempos. Isaías 40:8 Secase la hierba, marchitase la flor, mas la palabra de Dios permanece para siempre.
Jesús y el padre son uno solo Juan 10:30 YO Y EL PADRE UNO SOMOS. Por lo tanto sus mandamientos y leyes son las mismas. Juan 15:10 si guardáis mis mandamientos permeaseis en mi amor; así como yo guardo los mandamientos de mi padre.
Mateo 19:17 si me amáis guardad mis mandamientos.
En lo único que Jesús nuestro mesías aclara acerca de la ley: es la mediación de la ley ante Dios: pues el único mediador entre Dios y el hombre es Jesucristo hombre. 1 Timoteo 2:5 “el guardar la ley no garantiza una relación correcta con Dios. Es la actitud ante Jesús nuestro salvador lo que determina la relación con Dios. El descanso se alcanza acercándose a Jesús, y la justificación se alcanza por medio del arrepentimiento. La ley sigue siendo válida pero ha venido un nuevo mundo que esta entrelazado con la palabra y la persona de Jesús, el cual es él mismo libre en relación con la ley”.[2]
En la ley de Dios solo se deroga un mandamiento cuando se refiere a una obra, y por lo tanto cuando dicha obra se ha cumplido esa ley o instrucción no tiene más aplicación, pues ya cumplió su propósito. Como el caso de los sacrificios, el templo o el sacerdocio de lo que habla hebreos 7:12,18, hebreos Cap. 8: 13, cap. 10: 9.
Como conclusión tenemos que la palabra de Dios es eterna como Dios mismo, como está escrito: “por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre, porque toda carne es como hierba y toda la gloria del hombre como la flor de la hierba; la hierba se seca y la flor se cae, mas la palabra de Dios permanece para siempre. 1 Pedro 1:23 y 24.
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