Tuesday, December 29, 2009

LA MISERIA DEL PECADO

Meditación de las escrituras. Rom 7:25.
“…Miserable de mi! ¿quien me librara de este cuerpo de muerte? Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, más con la carne a la ley del pecado…” Rom 7:25.
la realidad de nuestra naturaleza es espantosa, de verdad que lo que el pecado nos ocasiono, no se describe mejor de otra forma que miseria (miserables), eso somos, Dios tiene que mostrarnos esto en lo mas profundo de nuestros corazones por eso a menudo nos humilla, dejándonos caer una y otra vez, en los mismos errores y pecados para que aprendamos esa lección tan difícil de aprender para nosotros pecadores que nos creemos autosuficientes separados de el nada podemos hacer, solo así podemos entender, que sin tu ayuda Dios , somos unos pobres miserables, gracias Padre por que siento que lo estoy entendiendo, sin duda esto es por el obrar de tu Espíritu Santo, por que sin tu Espíritu actuando en nuestro corazón no podemos ver nuestra miseria.
En todo Romanos 7 pablo describe la naturaleza humana sin el poder vivificador del Espíritu Santo, aunque conoce que la ley es santa, justa y buena, (Rom, 7:12) que la ley de Dios es Espiritual ( Rom 7:14), y que vivir conforme a esta ley es lo mejor para el ser humano, y que el ser humano consiente de esto, trata de hacerlo, de seguir la ley, para darse cuenta de su miserable condición no tiene poder para obedecer, (Rom 7: 21-25), por que lo natural no tiene poder para obrar un comportamiento espiritual como el que la ley santa y espiritual demanda de nosotros, y sabiendo que sin esta obediencia, gemimos miserables, y miserables somos porque estamos condenados, y nos preguntamos ¿ quien me librara de este cuerpo de muerte? y la respuesta a esta pregunta es maravillosa, no somos salvos por nuestras obras ( nuestra obediencia a la ley) sino por la obediencia de Jesús en la obra de la cruz, por eso le debemos dar gracias a Dios, por nuestro Señor Jesus.
Dios muchos años yo viví esa condición de miseria tratando de obedecer con mis fuerzas tu santa, ley y vivir de una forma espiritual con mis propias fuerzas, que miserable me sentía, y tu me dejabas caer, una y otra vez, hasta que me di cuenta ya no podia y me rendí, eso es lo que tu haces Padre, nos quebrantas para enseñarnos que no podemos lograr nada con nuestro mero esfuerzo, nos muestras nuestra miseria, para que clamemos por gracia, y hoy clamo por gracia, ayúdame a ser un hombre espiritual.
Señor hoy me doy cuenta que tu nos dejas, intentar e intentar, fallar y fallar, para que nos demos cuenta de que por nuestras fuerzas no podemos, solo cuando estamos en el fondo con sinceridad podemos decir que miserables somos, el señor nos humilla, como dice el salmo, bueno me es haber sido humillado para que guarde tus mandamientos, pero no podemos por nosotros solos, eso es lo que enseña romanos 7 necesitamos a Dios, El es quien nos libra de nuestra miseria, por medio de Jesus, Dios te pido que hagas esto realidad en mi corazón hoy, dame esa fuerza padre para vivir conforme al Espíritu.
con la mente sirvo a la ley de Dios, ( Rom 7:25) la mente, es decir nuestras fuerzas naturales, nuestra carne, por que la mente es solo naturaleza caída, y por medio de la naturaleza caída intentamos obedecer a Dios, para caer, caer y caer, y eso lo permite Dios para que nos demos cuenta que no es con nuestras fuerza, como dice en otra parte no es con espada ni con ejercito, sino con mi espíritu,, eso me lo enseñantes con el libro del hombre espiritual, aprendió que durante mucho tiempo intente servir a Dios con el poder de mis facultades mentales, leyendo libros, analizando, pensando, pero deje poco a la revelación de Espíritu en mi vida, que tonto fui, pero gracias doy a Dios, que me mostro lo miserable que es hacer eso, termine fallando, cansado, golpeado, y pecando, todo por pretender hacer todo en mis fuerza, como lo dice el autor del hombre espiritual, eso es la jactancia de la carne.
Con la carne a la ley del pecado, es que la mente hace parte de esa misma carne que pretende ser buena por sus propios medios, eso es lo terrible del hombre natural pretendemos agradar a Dios con nuestra naturaleza caída, ahora me doy cuenta de que esa misma naturaleza caída se puede manifestar de dos formas:
1) Pretendiendo servir a Dios, pero según nuestras normas, según nuestra voluntad, queremos hacer lo que mas nos place y que Dios nos ayude, no esperamos que Dios nos muestre su voluntad sino que hacemos la nuestra y pretendemos que Dios se someta a ella, y además nos apoye y haciendo esto todavía creemos que somos espirituales por que en nuestra mente según nosotros servimos a Dios, y incluso tal vez no nos entreguemos del todo al pecado, pero no servimos a Dios haciendo lo que queremos esto es un gran autoengaño en el que caí mucho tiempo y en el cual muchos caemos en una etapa de nuestras vidas, y creo es parte del proceso que Dios inicio en todos sus hijos, para ayudarnos a entender que lo que inicio el Espíritu Santo en nuestras vidas no lo podemos terminar, acompañar o apoyar con el poder de nuestra carne,, pretender adorar y servir a Dios, con nuestras fuerzas es el camino a nuestra destrucción, porque lo que proviene de la carne Dios le dio una sola sentencia debe morir eso terrenal en nosotros.
2) La otra forma es entregarnos a las obras de la carne es permitir en nuestras vidas todo tipo de pecado ( aun aquellos que consideremos no tan graves o leves), lo curioso es que es igual para Dios que pretendamos servirlo en nuestras fuerzas, por que eso es una obra de la carne, o que simplemente sigamos con nuestro pecado, el hecho es que en cualquiera de los dos casos seguimos viviendo en la carne que debíamos haber crucificado.
Dios ayúdame a corregir mi vida que no siga pretendiendo servirte solo con la mente, ilumina mi corazón actúa con tu Espíritu Santo ( salmo 119:2), mi oración y creo la de todo creyente debe ser Señor muéstrame todas las áreas que necesito entregarte y en las cuales necesito ser cambiado, ayúdame, señor, perdóname, padre por todos mis errores y mis pecados, Señor dame una nueva oportunidad de servirte, no en mis fuerza, sino en el Espíritu, libérame del pecado, para servirte sin tener nada de que avergonzarme.
Dios quiero ser un hombre espiritual, se que estoy muy lejos de serlo y se también que sin tu Espíritu Santo actuando convenciendo de pecado y trayendo a la luz todas esas áreas oscuras de pecado de nuestras vidas no podremos , Padre dame las fuerzas, padre en ocasiones sentimos que ya no podemos seguir más, levántate y defiende nuestra causa danos fortaleza para seguir luchando y peleando la buena batalla de la fe.
Ayúdanos Padre Celestial a No andar conforme a la carne, a dejar estas dos aptitudes características de la carne: querer ser buenos por nosotros mismos, por medio de la fuerza de la voluntad a autodisciplina o por cualquier esfuerzo humano, ayúdanos Dios a ver que todo esto para nada aprovecha, sin reconocer que por nuestras obras no podemos agradar a Dios, y por su puesto dejar de pecar, en sus múltiples formas. Cuando hacemos esto entonces ninguna condenación hay para nosotros, por que estamos en Cristo Jesus. (Rom 8:1).
Ahora, pues ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. (Rom 8:1).
Ninguna condenación, esta es una realidad que necesitamos todos tener mas presente en mi vida, que habrá un juicio, que habrá un infierno, una condenación eterna, pero que tu sangre preciosa limpia nuestras conciencias, tenemos que aprender que la obra de la sangre limpia nuestras conciencias para asi podernos acercar confiadamente al trono de la gracia para alcanzar misericordia, ESTO ES ESENCIAL PORQUE EL ACUSADOR SIEMPRE PRETENDERA DESTRUIR NUESTRA COMUNCION CON DIOS ACUSANDONOS DE LOS PECADOS QUE DIOS YA PERDONO Y LIMPIO, Dios ayúdame a recordar eso mas a menudo, a recordar el valor de tu perdón , y a nunca alejarme del debido temor a ti, ayudamos a no tomar tus advertencias a la ligera, no permitas nunca que la insensibilidad del pecado nos haga olvidarnos que la paga de nuestro pecado es la muerte y la muerte eterna (Rom. 6:23), acompañada de un castigo tan horrendo que ni siquiera podemos imaginarnos, y a veces pecamos y tomamos esto tan a la ligera, en nombre de la gracia, Dios ayúdanos a tener mas cuidado de nosotros mismo.
Pues A veces nos dejo llevar los deseos de esta naturaleza de pecado con tanta ligereza , sin tener en cuenta las consecuencias eternas de nuestros actos , esto es el puro engaño del pecado, un placer momentáneo a cambio de un castigo eterno, que insensato, en esto consiste el engaño del pecado, ofrece un placer temporal con consecuencias eternas, Dios ayúdanos por medio de tu Espíritu Santo pon en mi y en mis hermanos temor por la condenación eterna a la cual nos exponemos por el pecado.
Señor ayúdame a ver el peligro del pecado, ayúdame a temerte mas y a apartarme del mal (Prov. 3:7).
Debemos entender que ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, solo si dejamos las dos manifestaciones de la carne, el pecado de pretender hacer el bien en nuestra carne, o los pecados horrendos de la carne, aunque para Dios cualquiera de las dos manifestaciones de la naturaleza de pecado de las que hemos venido hablando son igual de horrendas, porque para el nuestras obras de justicia también son como trapos de inmundicia, Señor te pido que nos enseñes por medio de tu revelación como es ese estar en Cristo, no hablo del entendimiento intelectual, sino de una vivencia, de una experiencia de lo que es esa comunión o unión contigo, entiendo que solo ese tipo de unión puede matar la carne, es lo único que nos libra de la condenación, líbrame Dios de la condenación, hazme un hombre espiritual un hombre que ande conforme al Espíritu.
los que no andan conforme a la carne, es decir no andar conforme a esos deseos corruptos que tenemos, no andar conforme a nuestras pasiones, a nuestras concupiscencias, por eso es una necesidad que aprendamos a aborrecer el pecado, a realmente ver la maldad que hay en el, la forma como nos destruye, dame Dios convicción de pecado, que no sigamos cayendo en el error de creer, o de auto justificarnos minimizando el pecado, esto es lo peor, decirnos no es tan grave, porque dicho pensamiento nos aleja del arrepentimiento, por eso hemos de pedir a Dios muéstrame la maldad de mi pecado, que si es muy grave, que es una obra de mi carne, que es producto de una vida centrada en mi mismo (egoísmo) y en mi orgullo, quebranta ese poder en mi vida, en ti pongo mi esperanza, ayúdame a esforzarme lo suficiente para que no reine el pecado, en mi vida, para que le obedezca en sus concupiscencias, (Rom 6:12).
Dios ayúdame a apropiarme de la verdad de que soy libre del poder del pecado, que ya no tengo que obedecerlo, que tengo poder para vencerlo, Dios ayúdame a presentar mi cuerpo para tu servicio, a presentar mi cuerpo como instrumento de la justicia (ROM 6:13), Dios mío ayúdame en mis debilidades por favor, (Rom 8:26), hoy reclamo para mi esa promesa, ayúdame a vencer mis debilidades con el poder de tu Espíritu, ya entendí que de nada sirven las buenas intenciones, de nada sirven las promesas de cambio, la culpa, o el auto castigarnos con reproches o tristeza, Dios lo que necesito es la acción de tu Espíritu, para poder dejar a tras las obras de la carne, para poder vencer la vida de los deseos, Dios ayúdame a ser un hombre espiritual, de verdad cambia mi vida, toma todas las áreas de mi vida, como dice la alabanza, rindo hoy ante tu altar mi vida, me acerco a ti y pido perdón manifiesta conmigo tu sublime gracia, ayuda a este miserable pecador, a que pueda ver la profundidad de su miseria por que ni eso soy capaz de ver.
Yo se Dios que ahora por medio de la muerte de tu hijo podemos ser libres, lo que antes era imposible en la carne, ahora es posible gracias a la obra de Jesús. (Rom 8:2-3).
Los que son del Espíritu piensan en las cosas del Espíritu, (Rom 8:5), la parte de los pensamientos me he dado cuenta es de vital importancia para desarraigar el pecado de nuestras vidas, la tentación comienza por el pensamiento, por los recuerdos, o las asociaciones de situaciones que nos recuerdan cosas que antes hicimos, por eso es tan necesario la renovación de la mente, (Rom 12: 2), y la victoria esta en gran parte en pensar todo lo que es bueno, justo, puro, (Fil 4:8), Dios ayúdame a controlar mi mente a obtener la victoria de mis pensamientos ( en esta parte es importante a examinar nuestros pensamientos, aprender a pensar en lo que estamos pensando y concientemente alejar cualquier pensamiento que nos pueda llevar al pecado), en esta parte es de ayuda memorizar versículos y cuando viene el mal pensamiento lo combatimos repitiéndo el versículo ( si es posible es recomendable hacerlo en voz alta), la oración también es ingrediente importante para limpiar la mente hemos de pedirle a Dios que limpie nuestras conciencias de obras muertas que limpie nuestro pensamiento, tenemos que tener conciencia de que solo podremos vencer en esta área con la ayuda del Espíritu Santo que es el único que puede renovar la mente y el corazon, debemos tener especial cuidado con de los recuerdos de nuestra antigua vida en cristo, que nos pueden llevar de nuevo a la tentación, en fin, necesitamos de tu gracia para vencer la miseria en la que nos ha sumido el pecado oh Dios, y también requerimos luchar para vencer Dios, el hecho es que soy tan débil que necesito ayuda incluso para hacer lo que debería hacer, señor recurro a esa promesa que tu Espíritu me ayude en mi debilidad. (Rom 8:25).
Señor enséñame a ocuparme de las cosas del Espíritu, y morir a las cosas de la carne que me lleva a la muerte, (Rom 8:6),

Más si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis… (Rom 8:13), señor vencer el pecado en mi vida ya entiendo que solo es posible si para la lucha usamos la fuerza que el Espíritu Santo nos puede proporcionar, se que la obra del Espíritu se apoya de la oración y de la meditación en las escrituras y también del ayuno, pero todo esto sin la Obra del Espíritu ya se que es inútil, Dios, ayúdame, a hacer morir las obras de la carne en mi vida, te lo suplico pon en mi un gran deseo de santidad, de vivir para tu gloria, ayúdame a ser sincero conmigo mismo, ilumina mi corazón, trata las áreas de mi vida que necesiten ser tratadas, que aprenda yo a hacer tu voluntad y que mi voluntad obra de mi carne sea quebrantada.

Dios, solo te pido concédeme arrepentimiento, ayúdame en mi debilidad, guíame, en el camino a seguir ayúdame. En Jesús amen.
Riohacha, 5 de Enero de 2009.
8:21 p.m
Oduver Miranda Benítez.

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